La textura de verdad, es crocante y si la hacen fina queda bien. El sabor, sinceramente, no es tan rico como una buena pizza casera pero se deja comer muy bien. Y si le pones onda a la parte de arriba, más todavía.
La textura de verdad, es crocante y si la hacen fina queda bien. El sabor, sinceramente, no es tan rico como una buena pizza casera pero se deja comer muy bien. Y si le pones onda a la parte de arriba, más todavía.
Mezcla todos los ingredientes en un bol hasta que estén bien unidos, debe quedar una masa suave que no se pegue en las manos, si hace falta, agrega más agua o más harina.
Amasa la mezcla por unos 2 minutos para unir bien y dejá reposar unos 10 minutos.
Aplasta la masa y moldea con un palo de amasar hasta dejarla redonda, puede ser con toda la masa o partirla a la mitad y hacer 2 pizzas pequeñas.
Termina de formar la pizza en la sartén formando un borde más gordito con el dedo para que no se escape la salsa ni el queso.
Debajo, ponele un mini chorrito de aceite.
Llevar a fuego mínimo y, mientras se hace, ir poniendo la salsa y los trozos de queso.
Después de unos minutos, tapar la mitad de la sartén y dejar así hasta que se derrita el queso, siempre a fuego mínimo.
Una vez que esté dorada, sacar y comer de inmediato.
Por Lorena
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