Es una de esas recetas que terminan conquistando a los que se reniegan a las comidas sin carnes. A mi en lo personal me gusta mucho comer platos vegetarianos, pero ésta receta va más allá de eso, y hay más cosas buenas, se pueden congelar y son ideales para poner directamente congeladas en una olla y hacer albóndigas gratinadas o acompañarlas con arroz, en tan solo unos minutos!