No me puedo creer que a estas alturas aún no les hayan hablado de cuáles son las distintas formas de cocer un pulpo, como si la única forma de disfrutar de este manjar fuese irse a una pulpería, cosa que por otro lado tampoco es mal plan. Pero si se da el caso de que llegue a nuestras manos un cefalópodo de este calibre, les contaré que hay dos formas de cocer un pulpo, con agua y sin agua.