Son una especie de mini-hamburguesita de pollo empanada con queso en su interior, de una textura y un sabor excepcional. Seguro que las has probado en algún restaurante de comida rápida, aquí,vamos a hacer unas caseras que, sin duda, no dejarán indiferente a nadie. Como siempre que hacemos algo en casa, te van a quedar mucho mejor que las que probablemente puedas comer en restaurantes de comida rápida.
Ponemos la carne picada en un bol, echamos una pizca de sal y pimienta y añadimos también el queso rallado.
Mojamos las rebanadas del pan de molde con la leche, por las dos caras, sacamos de la leche y lo añadimos al bol, este ingrediente añadirá mucha cremosidad a las nuggets de pollo.
Con las manos mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
Hecho esto, tomamos una pequeña porción de la masa, le damos forma de nugget (Aplastada pero, que tenga al menos medio dedo de grosor, para que tenga bien de carne, que no sea solo empanado) y la pasamos primero por harina, después por huevo batido y finalmente pan rallado.
Que se impregne bien de todos los ingredientes, reservamos en un plato hasta haber terminado de dar forma a todas las nuggets.
Una vez hechas todas, metemos en el congelador unos 30 minutos, así la masa se asienta bien.
Finalmente freímos en abundante aceite muy caliente, una vez fritas retiramos y ponemos en papel absorbente, antes de comer.
Por Lorena
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