La tarta de queso con mermelada de arandanos, es todo un clásico entre los clásicos de los postres. Consiste en un cheesecake hecho sobre una base de galletas y cubierta con mermelada. Es muy fácil de hacer y con ingredientes al alcance de todo el mundo.
Para preparar la base de la tarta, metemos las galletas en una trituradora, las batimos bien, y después añadimos la manteca a temperatura ambiente y volvemos a batir, quedará como una especie de arenilla fina.
Ponemos esta mezcla en el fondo de un molde desmontable para tartas, si antes lo untas con aceite o con manteca mejor para desmontar.
Aplastamos todo uniformemente en el fondo del molde, procura no dejar huecos libres porque encima irá la tarta, y no queremos que se cuele por ellos, hecho esto meter el molde en la heladera mientras realizamos los siguientes pasos.
En una olla ponemos la crema de leche, el queso para untar y el azúcar, calentamos y removemos constantemente, sin que llegue a hervir en ningún momento, esto se quema con mucha facilidad.
Cuando se hayan integrado bien todos los ingredientes, sin grumos, añadimos 6 hojas de la gelatina (unos 12g si es en polvo), siguiendo las instrucciones del fabricante, generalmente hay que remojarla en agua antes de usarla y la integramos con el resto de ingredientes.
Ponemos toda esta mezcla sobre la base de galletas, y dejamos que repose 10 minutos y después la metemos en la heladera una hora.
Una vez pasado el tiempo la sacamos de la heladera y le colocamos a la base la mermelada de arándanos y volvemos a la heladera hasta que enfríe bien.
Por Lorena
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