Preparar un carpaccio de pulpo no es tan complicado como probablemente creías. Tan solo hace falta un poco de maña para preparar este exquisito plato, con el que triunfarás si tienes invitados en casa por su intenso y delicioso sabor.
Preparar un carpaccio de pulpo no es tan complicado como probablemente creías. Tan solo hace falta un poco de maña para preparar este exquisito plato, con el que triunfarás si tienes invitados en casa por su intenso y delicioso sabor.
Lo primero que haremos será dejar el pulpo muy bien limpio, para ello haremos un corte sobre los ojos con un cuchillo, y los retiraremos, quitamos también la boca, y todo el contenido de la cabeza.
Ponemos a calentar agua abundante en una olla grande, y mientras se calienta, pelamos y lavamos la zanahoria y la cebolla, cuando el agua esté ya bien caliente, añadimos la zanahoria y la cebolla partida en dos, con el laurel, los dos tallos de apio ya lavados también.
Añadimos un poco de sal y pimienta negra molida, al gusto.
Justo cuando empiece a hervir el agua, tomamos el pulpo por un tentáculo, y lo meteremos y sacaremos del agua con cuidado durante unas cuantas veces, hasta que veamos que se encrespan los tentáculos.
En ese momento introducimos el pulpo en el agua, y dejamos que se haga por una hora, hasta que el pulpo quede firme, suave y bien cocido, lo cual puedes comprobar con un tenedor.
Cuando ya tengamos el pulpo en su punto, lo sacamos de la olla y lo cortamos en trozos pequeños, a continuación lo prensaremos metiéndolos en un recipiente cilíndrico, por ejemplo puedes usar una botella de agua de plástico a la mitad, o de la medida que necesites.
Es importante que agujerees la parte de abajo de la botella, ya que por aquí saldrá el líquido que sobre, introducimos los trozos de pulpo y lo prensamos contra el fondo por ejemplo con ayuda de un mazo o de otra botella.
Ya prensada la carne en la botella, tomamos los extremos de la botella, le hacemos unas pestañas y sellamos el pulpo dentro, recubriendo con bastante papel film transparente y apretando bien, dejamos que repose en la heladera un día entero, colocando encima algún elemento que pese.
Al día siguiente, el pulpo se habrá compactado, lo sacamos y cortamos en láminas lo más finas que podamos.
Preparamos una salsa con un chorrito de aceite, el zumo del limón, sal y pimienta negra molida, lavamos y picamos el perejil muy finito.
Servimos el pulpo en platos, bañado en esta salsa que acabamos de preparar y con el perejil picado por encima.
Al fin puedes degustar este exquisito carpaccio de pulpo.
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