Esta receta de pollo en salsa de maní con leche de coco mezcla sabores dulces y picantes. La combinación de ingredientes evocan las cocinas de Tailandia y Malasia.
Esta receta de pollo en salsa de maní con leche de coco mezcla sabores dulces y picantes. La combinación de ingredientes evocan las cocinas de Tailandia y Malasia.
Primero vamos con la pasta de curry, en una olla pequeña con el aceite de maní (usa del normal si no tienes este) agrega el ajo y jengibre, revuelves unos segundos, agregas la cebolla morada, sigues revolviendo e incorporas el tomate y una pizca de sal.
Dejas cocinar un par de minutos y agregas todas las especias, la pimienta de cayena, el comino y la cúrcuma, revuelve y agrega el agua/caldo, baja el fuego y deja cocinar 10 minutos, si se seca mucho, ponle más líquido, pero cuidado, la idea es tener una textura de pasta, no de salsa.
Retira del fuego y pasar por una licuadora o un procesador de alimento tan sólo unos segundos, para que se convierta en una pasta.
Esta pasta, vuélvala a poner en la olla donde la estabas haciendo con el fuego bajo, cuando comience a hervir nuevamente, agrega la mantequilla de maní, la salsa de soya y la leche de coco, revuelve bien para que quede todo bien mezclado, reserva y ponte a preparar el pollo.
Simplemente, saltea las pechugas en el aceite de sésamo en una sartén que esté muy caliente, cuando haya sellado bien por todos lados incorpora la salsa de maní y leche de coco, deja que hierva unos pocos minutos y retira del fuego.
Antes de servir ponle un chorrito de limón y algo de cebollín y cilantro frescos.
Puedes comer estas pechugas de pollo en salsa de maní y leche de coco con arroz blanco, con vegetales o con pan de pita.
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