Toda una delicia de postre, una estupenda tarta de queso de cabra fresco, con mermelada de frutilla que está buenísima.
Toda una delicia de postre, una estupenda tarta de queso de cabra fresco, con mermelada de frutilla que está buenísima.
Preparamos la base para la tarta de queso de cabra, y para ello, trituramos a máxima potencia las nueces, hasta que queden reducidas a un finísimo polvo que reservaremos.
A continuación, hacemos la misma operación con las galletas y cuando también queden bien molidas, las mezclamos con las almendras.
Derretiremos la manteca, que ya tendríamos atemperada (podemos hacerlo en el microondas) y ponemos sobre las galletas con almendras molidas, mezclamos hasta conseguir una pasta homogénea que colocaremos en un molde para horno y ya tenemos la base de la tarta de queso de cabra.
Ahora pulverizamos el azúcar junto a la ralladura de un par de limones, añadimos el queso fresco de cabra, los huevos, el queso mascarpone y el zumo de limón, batimos a baja potencia, con cuidado y unos cuatro minutos más o menos.
Ponemos a precalentar el horno a 180ºC y mientras echamos la mezcla batida sobre el fondo de la tarta que ya teníamos en el molde, dejamos reposar cinco minutos y lo metemos en el horno.
Aproximadamente, la tarta de queso de cabra va a necesitar unos 50 ó 60 minutos de cocción, pero debemos vigilarla y si vemos que la masa ya está cocida y esponjosa podremos sacarla.
Dejamos que se enfríe, desmoldamos y adornamos la tarta de queso de cabra con la mermelada de frutilla.
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