Las orejuelas son una receta típicamente de carnaval, aunque hay ciudades que las venden durante todo el año. Son bastante caras en las tiendas, hacerlas en casa valdrán 10 veces menos y no son demasiado difíciles de hacer. Las orejuelas, consisten en una masa de harina y huevo aderezada con algún licor, como el anís o el orujo. A pesar de tener este ingrediente, es perfectamente apta para niños ya que, el alcohol se evapora en la fritura.
Primero ponemos en un bol todos los ingredientes, salvo la harina, después la vamos añadiendo poco a poco, primero 250g y mezclamos (la idea de echarla poco a poco es que, nos debe quedar una masa que se pegue un poquito a las manos pero, no demasiado), así que echamos la harina poco a poco hasta conseguir dicha textura y no pasarnos.
Mezclamos los ingredientes y sacamos la masa del bol, amasamos durante unos 5 o 10 minutos, después volvemos a meter la masa al bol y la dejamos reposar tapada un mínimo de 30 minutos.
Tomamos una porción de la masa y echamos un pequeño puñado de harina sobre la mesada.
Colocamos encima la masa y con la ayuda de un rodillo, o de una botella de cristal si no tienes rodillo, estiramos la masa, debe quedar lo más fina posible de un par de milímetros de grosor, después cortamos en forma de cuadrados.
Freímos en pequeñas tandas en abundante aceite a fuego fuerte, se hacen muy rápidamente así que en un minuto estarán fritas.
Colocamos sobre papel absorbente y seguimos haciendo y friendo hasta terminar con toda la masa.
Finalmente colocamos un puñado de azúcar sobre una bandeja y encima colocamos las orejuelas y encima colocamos más azúcar.
Por Lorena
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